En un mundo cada vez más digital, la mediación parental se ha vuelto esencial para guiar a los menores en el uso responsable de las tecnologías. Los adultos no solo deben supervisar, sino también educar, acompañar y proteger a los niños mientras navegan en Internet.
En el post de hoy, veremos los principales riesgos digitales a los que se enfrentan los menores y algunas estrategias para ayudar a prevenirlos.
La mediación parental hace referencia a la educación digital en el ámbito de las TIC que deben dar los adultos responsables. Les acompañamos a este en su proceso de alfabetización digital y les educamos para que realicen un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías para impedir los riesgos y ofrecer soluciones.
¿Cómo lo hacemos?
Hay dos tipos de estrategias:
Las estrategias que llamaremos “activas”:
Supervisión: Estar al tanto de su día a día en Internet. Pregúntales sobre las apps que les gustan y sus contactos en línea.
Acompañamiento: Compartir actividades en línea juntos. Pasa tiempo de calidad con tus hijos/as en Internet.
Orientación: Cuidar una relación de confianza. Potencia sus habilidades sociales y pensamiento crítico.
Y aquellas estrategias “restrictivas”:
Normas y límites: Coherentes, consistentes y pactados. Establece cuánto tiempo y en qué lugar pueden utilizar Internet.
Controles parentales: Son apoyos técnicos complementarios. Limita contenidos y haz seguimiento del tiempo y tipo de uso de la Red.
Opciones de bienestar y seguridad: En páginas y apps de uso común. Configura las opciones de privacidad en las redes sociales.
Como vemos, no solo se trata de limitar el acceso, sino de enseñarles a aprovechar la tecnología de manera segura y responsable. Esta mediación tiene tres pilares clave:
CONOCER, PROTEGER Y EDUCAR
Es fundamental conocer los riesgos asociados al uso de las tecnologías y redes sociales para poder prevenir situaciones negativas que pueden afectar tanto a menores como a adultos. Entender cómo usan estas herramientas, qué pueden encontrar y con quiénes pueden interactuar es clave para establecer estrategias de protección. ¡Vamos a verlos!
Podemos encontrar tres tipos de riesgos, y para cada uno, diversas estrategias clave de prevención.
1. Riesgos derivados del uso de la tecnología
Uso excesivo: El uso desmesurado de dispositivos electrónicos puede afectar negativamente aspectos importantes del día a día de los menores, como su rendimiento académico, su descanso y su capacidad para mantener relaciones sociales sanas.
Estrategias de prevención:
- Establecer horarios y acuerdos que limiten el tiempo de uso.
- Priorizar actividades importantes, como los estudios y el descanso.
- Fomentar alternativas saludables: actividades en familia, excursiones, deportes, juegos de mesa o tiempo con amigos.
Pérdida de privacidad / Exposición de información privada: Compartir demasiada información personal o sensible puede poner en riesgo la seguridad de los menores, ya que personas malintencionadas podrían utilizar esa información contra ellos o sus allegados. Ejemplos de estos riesgos:
- Suplantación de identidad: Alguien puede hacerse pasar por el menor en Internet, usando su información para fines maliciosos.
- Sexting: El envío de contenido con connotaciones sexuales, que puede ser distribuido sin consentimiento o usado para extorsión.
- Sharenting: Los familiares publican información privada o fotos de los menores, exponiéndolos sin su consentimiento.
Estrategias de prevención:
- Informar a los menores sobre los riesgos de compartir información sensible.
- Compartir historias reales y noticias que ilustren las consecuencias de estos comportamientos.
- Dar ejemplo como adultos, mostrando un uso responsable y moderado de la tecnología y la información personal.
2. Riesgos relacionados con el contenido inapropiado que pueden encontrar
Material inadecuado: Los menores pueden encontrarse con contenido que no es apto para su edad, tanto por su complejidad como por su carga negativa, como violencia, sexualidad o conductas peligrosas.
Bulos y fraudes: Las noticias falsas y estafas están a la orden del día. Mensajes alarmistas o morbosos pueden confundir o manipular a los menores.
Virus y malware: Anuncios engañosos o enlaces peligrosos pueden infectar dispositivos, robar datos o bloquear cuentas.
- Estrategias de prevención:
- Educación sobre fake news y bulos: Enseñar a los menores a reconocer noticias falsas, anuncios sospechosos y fraudes.
- Fomentar el pensamiento crítico para que los menores cuestionen lo que ven en línea antes de compartir o actuar.
- Establecer controles parentales y supervisar el acceso a contenido digital.
3. Riesgos relacionados con otras personas y contactos online
Los menores pueden ser contactados por personas con intenciones maliciosas, como la manipulación para obtener beneficios económicos, sexuales o para la captación en grupos peligrosos. El grooming se define como el abuso emocional y sexual por parte de adultos que se hacen pasar por menores o adolescentes.
- Estrategias de prevención:
- Establecer acuerdos de revisión con los menores, para revisar sus interacciones en línea cuando se considere necesario, siempre con respeto a su privacidad.
- Explicarles que existen personas que hacen un mal uso de las redes sociales, ganándose su confianza de forma engañosa con fotos falsas o halagos. Deben entender que no deben enviar fotos ni activar la cámara con desconocidos, ya que esas imágenes pueden ser usadas para chantajearles.
- Hacer hincapié en que, si algo de esto sucede, no es su culpa y, aunque sientan vergüenza, es vital que lo cuenten a un adulto de confianza.
Por otro lado, el ciberacoso se refiere al daño intencional y repetido hacia un menor a través de medios digitales. Dado que puede suceder en cualquier momento y difundirse rápidamente, es una amenaza constante.
Prevención:
- Fomentar la confianza y la comunicación abierta, para que los menores hablen de cualquier situación incómoda.
- Enseñarles a bloquear y reportar comportamientos abusivos en las plataformas digitales.
Añadimos el cibercontrol: Sucede cuando la pareja del menor, si la hubiera, controla su vida digital (con quién habla, qué publica, dónde está) a través de las redes sociales o aplicaciones de mensajería.
Prevención:
- Hablar con los menores sobre las relaciones sanas y la importancia de la privacidad y la autonomía.
- Asegurarse de que saben reconocer señales de control y manipulación.
En conclusión, la mediación parental es esencial en la era digital para asegurar que los menores puedan disfrutar de la tecnología de forma segura y responsable. A través de los pilares de Conocer, Proteger y Educar, podemos acompañarles en su proceso de alfabetización digital, previniendo riesgos y enfrentando problemas cuando surjan. De esta manera, no solo se les protege, sino que también se les empodera para que tomen decisiones responsables en su uso de la tecnología.
Dicho esto, ¡muchas gracias por tu atención¡ Esperamos que esta entrada te haya resultado de gran utilidad
Lucía Martín
Técnica de Familia del SAF