Antes de comenzar con cuestiones prácticas sobre nuestra temática de hoy, vamos a remarcar tres puntos significativos:
- El primero es que la separación/divorcio es un cambio dentro de la familia, que implica la ruptura entre progenitores en su relación de pareja 💔 y no la ruptura entre los progenitores con sus hijos/as.
- En segundo lugar, y en respuesta a la pregunta recurrente de: “¿la separación afectará mucho a mis hijos/as?” 🤔, es necesario destacar que las discusiones fuertes entre las figuras parentales perjudican más al bienestar de los hijos e hijas que el hecho de convivir juntos o separados, por lo que el acto de divorciarse/separarse no tiene por qué ser en sí mismo, más negativo que una convivencia hostil y carente de afecto sostenida en el tiempo.
- En tercer y último lugar, es necesario destacar que son las figuras adultas quienes más conocen a sus hijos/as, por lo que no se trata de ofrecer un “recetario” 📃. Por este motivo, ofrecemos desde aquí orientaciones generales, sin tener en cuenta las diferencias individuales y familiares que se encuentran en esta situación. Por ello, en ocasiones, es conveniente el asesoramiento profesional, si así se valora conveniente 🤓
Sin más dilación, pasamos a ofrecer algunos principios fundamentales que son de interés para orientar a las familias que, encontrándose en un contexto de divorcio/separación, quieren saber cómo comunicar esta situación a sus hijos/as. Aquí van algunas pautas socio-educativas:
- ¿Cuándo comunicar la separación? 😥 La respuesta ideal es que dicha noticia sea comunicada cuando la decisión de la separación se haya tomado en firme, por ambas partes de la pareja, no antes.
- ¿Quién o quiénes han de comunicarlo? Lo ideal, nuevamente, sería hacerlo entre los dos miembros de la pareja ya separada, acordando el contenido y la forma, para lo cual es necesario emplear un tiempo de reflexión y de diálogo previo 🤝 Considerar la posibilidad de recurrir a un proceso de mediación o profesional de referencia en caso de necesidad.
- El ajuste emocional de las personas adultas: las personas menores no sufren tanto por la separación de sus adultos de referencia, cuanto por la mala o inadecuada relación que éstos manifiestan ante ellos 🤬; la cordialidad y la cooperación de los/as progenitores suele generar mayor serenidad y estabilidad en los hijos/as 🤗
- Es altamente conveniente y necesario que la pareja ya separada sea capaz de anteponer las necesidades de las personas menores a las suyas propias: aquí se incluyen la seguridad de afecto, protección, previsión de su futuro, liberación de culpabilidad con relación a sí mismo y con relación a sus progenitores, educación, salud, etc.
- En la medida de lo posible, dar una imagen estable de progenitores cooperadores, con un mínimo de criterios educativos y normas acordadas 🙏
- Expresar con la mayor claridad y sencillez posible (teniendo en cuenta la edad y capacidad de las personas menores), un mensaje de incondicionalidad del amor y protección de ambos ❤️
- Dosificar la explicación según lo precisan la edad u otras circunstancias de las personas menores. No decir o explicar más de lo que los hijos necesitan y quieren saber 🤭
- No dramatizar la situación, ni ocultar las dificultades existentes entre ellos como expareja 👀
- Evitar la culpabilización, tanto con relación a cada miembro de las personas adultas como en relación a los hijos/as 🙅♀️🙅♂️
Material complementario de interés:
- CARPENTER, J. y TREACHER, A. (1993): “Problemas y soluciones en terapia familiar y de pareja”. Paidós. Barcelona.
- CASTEL, P. (1997):” Separación y divorcio. Efectos psicológicos en los hijos”. Planeta. Madrid.
- NAVARRO GÓNGORA, J. y J. PEREIRA. (2000): “Parejas en situaciones especiales”. Paidós Terapia Familiar. Barcelona
- PITTMAN Lii, F. S. (1990): “Momentos decisivos. Tratamiento de familias en situaciones de crisis”. Paidós. Barcelona.
Daniel Rodríguez
Técnico de Familia del SAF