NUEVA PUBLICACIÓN: CÓMO GESTIONAR LAS EMOCIONES EN LA INFANCIA

 

Criar a un hijo es una aventura diaria llena de momentos intensos. Desde una rabieta en el supermercado porque no puede llevarse un dulce 🍬, hasta un llanto desconsolado porque su juguete favorito se rompió 🧸. Como madres, padres o cuidadores, muchas veces no sabemos cómo actuar en esos momentos. ¿Lo consolamos? ¿Le explicamos? ¿Ponemos límites? 

Gestionar las emociones no es solo una habilidad que los niños deben aprender, también es algo que nosotros, como adultos, debemos guiar con paciencia y amor 💖.

 

🧠 ¿Por qué es importante enseñarles a gestionar sus emociones?

Durante la infancia, el cerebro está en pleno desarrollo, y una de las áreas más importantes que se está formando es la que regula las emociones. Enseñar a un niño a identificar lo que siente, a ponerle nombre y a saber qué hacer con eso es una herramienta que lo acompañará toda su vida 🧭. Esto les ayuda a tener relaciones más sanas, resolver conflictos sin agresividad, y sentirse seguros consigo mismos 🌿.

A veces, esperamos que los pequeños “se porten bien” sin haberles enseñado lo que eso significa. Pero los niños no nacen sabiendo cómo calmarse después de un enojo o cómo expresar tristeza sin gritar. Necesitan modelos, herramientas y, sobre todo, mucha práctica 🛠️.

 

 

🏡 5 estrategias prácticas para aplicar en casa:

 
1. 🎨 Ponerle nombre a las emociones

Ayuda a tu hijo a identificar lo que siente. Puedes decir frases como: “Veo que estás muy enojado porque no pudiste jugar más tiempo” o “Parece que estás triste porque tu amigo no vino hoy” 🗣️. Nombrar la emoción le da al niño un marco para entender lo que le pasa, y disminuye la intensidad del momento 🧩.

2. 🧘 Crear un rincón de la calma

Dedica un espacio pequeño en casa con cojines, libros, dibujos o peluches, donde el niño pueda ir cuando necesite calmarse. Este rincón no debe verse como un castigo, sino como un lugar seguro para reconectar con la tranquilidad 🌿. Enséñale a ir allí antes de que la emoción lo sobrepase 🌙.

3. 📖 Leer cuentos sobre emociones

Los cuentos son una herramienta maravillosa para trabajar emociones desde un lugar lúdico. Hay libros infantiles que explican de manera sencilla qué es la rabia, el miedo, la alegría o la tristeza. Leer juntos permite conversar sobre situaciones similares sin que el niño se sienta juzgado 🧚‍♂️.

4. ⏳ Validar antes de corregir

Cuando tu hijo se frustra o tiene una pataleta, primero valida lo que siente: “Sé que querías seguir jugando, y es difícil parar cuando te estás divirtiendo”. Una vez que la emoción ha sido reconocida, será más fácil guiarlo hacia una conducta diferente: “Vamos a respirar juntos y buscar otra actividad que te guste” 🌤️.

5. 🎲 Jugar a identificar emociones

Usa tarjetas con caritas, juegos de roles o incluso el espejo para jugar a “¿Cómo me siento?”. Puedes poner una cara triste, alegre o asustada, y pedir que la imiten o digan cuándo se han sentido así. Así, desde el juego, los niños aprenden a reconocer y hablar de lo que sienten 🎭.

 

💬 Una crianza emocionalmente consciente transforma todo

Enseñar a un niño a gestionar sus emociones no es algo que se logre en un solo día, ni con una sola conversación. Es un proceso diario, hecho de muchos pequeños momentos donde elegimos enseñar en lugar de castigar, acompañar en lugar de juzgar, y comprender en lugar de exigir 🌟.

No siempre será fácil, y habrá días en los que tú también necesitarás tu propio rincón de calma. Pero cada esfuerzo que haces hoy, es una semilla que estás plantando para el futuro emocional de tu hijo 🌱.

 

🌞 ¡Sí se puede criar con amor y consciencia!

Recuerda que cada lágrima calmada, cada emoción nombrada y cada abrazo ofrecido en medio del caos cuenta. Estás construyendo algo valioso: un niño que sabrá mirarse por dentro, respetarse y también respetar a los demás 💛. Y eso, en estos tiempos, es un superpoder.

Cada paso cuenta. Estás haciendo un gran trabajo 👣.

 

Itxaso López

Técnica de familia.

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