¡Hola familias! 😄
Dedicamos mucho tiempo a leer y reflexionar sobre cómo evitar las conductas negativas de nuestras criaturas o sobre las consecuencias que dichas conductas puedan tener, pero ¿has reflexionado sobre cómo reforzar los comportamientos positivos?
En la orientación familiar nos encontramos normalmente con dos tendencias; reforzar a partir de recompensas materiales (ya sea un dulce 🍫, o un juguete deseado ⚽) o en cambio, tener un refuerzo en nuestra comunicación, limitado al 🗣️ “¡muy bien!”.
Primero reflexiona, ¿por qué es importante reforzar a nuestras criaturas?
👉🏻Queremos hacerles sentir que son capaces.
👉🏻Queremos impulsar a que una determinada conducta se repita.
👉🏻Queremos darles nuestra aprobación como adultos de referencia.
Saber reforzar es tan importante como saber poner consecuencias a nuestros menores, pero es fundamental que tengas en cuenta las siguientes pautas:
1. Cuidado con el efecto de la sobre-justificación
Tu hijo trae a casa todo aprobados y la reacción a este logro es comprarle una nueva Tablet. “Te lo mereces cariño por haber aprobado todo”. Pero piensa, realmente ¿qué es lo que quieres reforzar? 🤔
Traer todo aprobado ya es una recompensa directa de haberse esforzado, por tanto, regalarle algo material en esta situación es lo que conocemos como una sobre-justificación. El efecto de esta conducta, aunque sea bien intencionada, le quita valor a lo que realmente queremos darle fuerza, que es a su capacidad de haberse organizado durante el curso, de haber priorizado sus responsabilidades, de ser constante, etc.
💡 Es decir, estamos desplazando su motivación a lograr aprobar por la recompensa externa, en vez de reforzar este esfuerzo por el fin en sí mismo que es conseguir pasar de curso, el conocimiento que ha adquirido o las competencias que ha desarrollado.
Por tanto, ten siempre presente cuando vayas a reforzar qué es lo que quieres destacar y reflexiona si puede ser parte del efecto de sobre-justificación.
2. Practica tu diálogo positivo
¡Milagro! Tu adolescente ha recogido toda su habitación 🤩 ¿Qué 2 frases te vienen a la menta para reforzar esa conducta? Quizás un “muy bien” o “por fin, ya era hora”. Cuando no estamos acostumbrados a dar una retroalimentación positiva, es normal que ésta esté empobrecida en su contenido 🧐. Ten en cuenta lo siguiente:
1️⃣ Dale valor al esfuerzo y no te centres solo en el resultado >> “Le has dedicado mucho tiempo a este dibujo, debe de ser muy importante para ti”.
2️⃣ Compara su propio progreso >> “Wow, fíjate cómo al principio te costaba hacer la cama y ahora te queda perfecta”.
3️⃣ Conecta lo que hizo con lo que siente >> “Ahora que te has aseado deberás de sentirte muy relajada, ¿verdad?”
4️⃣ Hazle consciente de su logro en vez de enfocar solo sobre tu aprobación como adulto >> “Deberás estar muy orgulloso de ti”.
Te animo a practicar este diálogo positivo. Piensa en las cosas buenas que hace tu menor y escríbete en una hoja aquellos aspectos que quieres reforzar.
3. Identifica los momentos
El qué reforzamos y el cómo lo hacemos viene acompañado del cuándo ⏳. Es importante tener presente los momentos para reforzar.
Lo ideal es dar esa retroalimentación en el momento instantáneo de la acción de tu menor, pero la realidad es que a veces vamos tan rápido en nuestro día a día que perdemos esos espacios. No obstante, puedes usar momentos posteriores como la hora de la cena en familia o cuando acuestas a tu menor para reforzarle su conducta. “Cariño, no te he dicho aún lo bonito que me ha parecido que compartieras tus juguetes con María. ¿Recuerdas qué contenta se puso?”.
Si quieres ampliar y practicar tu capacidad de reforzar, te recomiendo ver nuestro taller online al cual puedes acceder aquí abajo.
Ángel Villena
Técnico de Familia del SAF